¿QUÉ ES?
Etimológicamente, -dis significa disfunción, dificultad y –lèxia quiere decir habla. Es decir dificultad en el habla. Actualmente, dislexia es un trastorno en la adquisición de la lectura, pero que no tiene nada que ver con problemas físicos o psicológicos que puedan explicar estas dificultades.
Las estadísticas muestran que la dislexia afecta en mayor o menor grado a un 10% o un 15% de la población escolar y adulta. Un 4% y un 5% de los niños presentan problemas graves de aprendizaje de la lectura, con la consecuente dificultad para escribir. Estas estadísticas muestran también que en cada aula de cada veinticinco alumnos, uno es dislexico. Está totalmente comprobado que la dislexia afecta en igual medida a niños y niñas; aunque algunas estadísticas inglesas hablan de una mayor afectación a los niños
Al principio, la dislexia es un problema de aprendizaje, pero acaba creando una personalidad en la persona que en el aula se hace notar por la inhibición y el retraimiento o bien por la aparición de conductas negativas: hablar, pelearse, no trabajar, etc. Así, el alumno obtiene el reconocimiento y la atención por parte de los compañeros que a través de sus resultados escolares no puede obtener.
La dislexia, en ocasiones, va unida a otros problemas de aprendizaje escolar: dificultades en el trazado correcto de las letras, el tamaño de las letras, la presión de la escritura, dificultades para el uso correcto de las reglas de ortografía y dificultades en la pronunciación de palabras nuevas, largas o que contengan combinaciones de letras que se los produzcan dificultades, etc.
La dislexia se presenta en muchos grados: desde pequeños problemas superables en breve plazo, hasta una dificultad que se arrastra para toda la vida y que se aproxima hacia la disfásia (problema más grave y profundo de todas las áreas del lenguaje).
La dislexia, en ocasiones, va unida a otros problemas de aprendizaje escolar: dificultades en el trazado correcto de las letras, el tamaño de las letras, la presión de la escritura, dificultades para el uso correcto de las reglas de ortografía y dificultades en la pronunciación de palabras nuevas, largas o que contengan combinaciones de letras que se los produzcan dificultades, etc.
La dislexia se presenta en muchos grados: desde pequeños problemas superables en breve plazo, hasta una dificultad que se arrastra para toda la vida y que se aproxima hacia la disfásia (problema más grave y profundo de todas las áreas del lenguaje).
.- PASOS A SEGUIR DESPUÉS DE LA OBSERVACIÓN DE UN POSIBLE CASO:
1. Primer Paso:
El profesional, que no sea psicólogo o pedagogo, tiene que traer el niño o la niña al EAP o al especialista. El objetivo es profundizar en el diagnóstico y ayudar a analizar e identificar los problemas específicos que tiene, para establecer pautas, métodos y técnicas que le puedan ayudar a mejorar y superar sus problemas.
2. Segundo Paso:
El psicopedagogo (puede ser escolar o privado), tratará de establecer su coeficiente intelectual, las características y completará el historial personal, médico y pedagógico del paciente. Todo esto puede hacerlo a través de tests de inteligéncia cómo por ejemplo el WISC (Escalera de inteligéncia de Weshsler para niños). Es el test de inteligéncia más utilizado puesto que proporciona mucha información y tiene la posibilidad de establecer un perfil y conocer detalles del funcionamiento y las posibles lagunas de este funcionamiento cognitivo.
3. Tercer Paso:
El psicopedagogo realiza una prueba de lectoescritura y junto con el test de inteligéncia, hace un análisis detallado por niveles de edad escolarización de los problemas que aparecen en todas las áreas de la lectoescritura: letras, sílabas y palabras
1. Primer Paso:
El profesional, que no sea psicólogo o pedagogo, tiene que traer el niño o la niña al EAP o al especialista. El objetivo es profundizar en el diagnóstico y ayudar a analizar e identificar los problemas específicos que tiene, para establecer pautas, métodos y técnicas que le puedan ayudar a mejorar y superar sus problemas.
2. Segundo Paso:
El psicopedagogo (puede ser escolar o privado), tratará de establecer su coeficiente intelectual, las características y completará el historial personal, médico y pedagógico del paciente. Todo esto puede hacerlo a través de tests de inteligéncia cómo por ejemplo el WISC (Escalera de inteligéncia de Weshsler para niños). Es el test de inteligéncia más utilizado puesto que proporciona mucha información y tiene la posibilidad de establecer un perfil y conocer detalles del funcionamiento y las posibles lagunas de este funcionamiento cognitivo.
3. Tercer Paso:
El psicopedagogo realiza una prueba de lectoescritura y junto con el test de inteligéncia, hace un análisis detallado por niveles de edad escolarización de los problemas que aparecen en todas las áreas de la lectoescritura: letras, sílabas y palabras
Cómo veis, es muy importante detectar a tiempo la dislexia, ya que es una de las causas de fracaso escolar. Mucha gente no conoce las características de la dislexia y tenemos que saber que CUALQUIER persona puede padecer dislexia: un amigo, hermano, familiar, pareja, etc. Si tenemos un conocimiento básico (cómo mínimo) sobre la dislexia, podremos actuar y luchar contra ella para que la persona afectada no tenga problemas.
¡Tú la llevas!
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